viernes, 1 de marzo de 2013

Acróstico


Carlos, el escritor, el que vivía sumergido en el alcohol, y que su vida era una ficción,
optó en una tarde de Mayo, por  escribir una canción romántica con un tono irónico,
María, sería la protagonista de sus letras, aún la quería –pero la odiaba-con frenesí
usaba los pecados de ella para sumergirlos con las tristezas en un frío vaso de coñac
ni todo su amor, ni el odio dejaban que él escribiera e hiciera el amor con su guitarra
iniciando la construcción de sus letras, él ya pensaba en un concierto vestido de frac,
cantando con esa voz  –esa que causa llanto-, y en donde su sentimiento era cursi,
anormal e incomparable – aunque la odiaba visceralmente- deseaba hacerla canción
comenzó escribiendo el amor en el llanto y los deseos en la frustración, todo un tabu,
indiscutiblemente era una letra bellísima –de esas que se tararean-.Y …Ámsterdam
observó la realización de la misma y el dolor de ambos amartelados como un punto
narrativo del dolor hecho canción,  la ironía hecha amor y la guitarra haciendo clic
por el desamor, la ironía y la traición…

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